miércoles, 17 de octubre de 2012

Vuelta la reválida (Back to the old-school)


Para dar comienzo al blog quería empezar hablando de la nueva reforma educativa del gobierno. Como ya sabéis, España ha sufrido diversos cambios en cuestiones de educación a lo largo de los años. Yo soy niña de la EGB (Educación General Básica), y bajo mi ignorancia pensé que cualquier cambio sería peor para los estudiantes, pero creo que centrarse en el alumno más que en lo que se enseña, facilita y mucho las cosas para los estudiantes.

Antes de verano el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, anunciaba una nueva reforma en nuestro sistema educativo; la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) con más exámenes, legua, matemáticas e inlés, y con la vuelta a la reválida. Con esta reforma ya van treces las realizadas a lo largo de la educación española desde 1970.

¿Qué supone volver a este sistema de los años 70? 

Los alumnos se encuentran con unas pruebas (examen) al terminar cada ciclo educativo. Los dos primeros exámenes se realizan al terminar Primaria; uno al terminar 3º de Primaria y el otro 6º de Primaria. Aunque estas pruebas no tienen valor académico, sí que están diseñadas para ver el nivel de los alumnos al terminar dichos ciclos.
 
La segunda prueba se realiza al terminar la educación secundaria y con ella se obtiene el título de graduado en ESO (Educación Secundaria Obligatoria). Una vez terminado el bachillerato, se realizará el último examen. Es decir, que los alumnos ya no sólo se encuentran con un examen al terminar toda su educación, sino que realizan varios. 

En el caso del último examen, realizado al terminar el bachillerato, y que sustituye a la Selectividad; tendrá un valor del 60% de la nota final donde el 40% restante corresponde a la nota de evaluación continua del curso.  

Quizá pensemos que una vez realizada dicha prueba ya tendremos acceso directo a la Universidad, pero no es así; cada Universidad podrá realizar un examen de acceso para cada Facultad con lo que se hace más difícil el acceso a enseñanzas superiores.

Según el ministro, esta reforma pretende combatir el fracaso escolar en el que se encuentra el país y además mejorar la calidad de la educación.

Tras la aprobación el pasado 21 de septiembre del anteproyecto de Ley de Mejora de la Calidad Educativa, han habido opiniones para todos los gustos. Los hay que piensan que es lo mejor, otros; no están en absoluto de acuerdo con dicho cambio. Lo que está claro es que nunca llueve a gusto de todos y que nos guste o no habrá que esperar para ver si ha sido un acierto o un desacierto. 

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